sábado, 2 de julio de 2011

treinta y cuatro: estelas de vapor de agua cristalizada

¿Siempre que escribes, llueve? No. Siempre hay lluvia en lo que escribo. Hay frases que si se lanzan al arder, al entrar en contacto con la atmósfera forman estelas de vapor de agua cristalizado. En la mirada. Estelas. Como las de los aviones. Dos whyskis. Un noctamid. Tres valerianas. Un miedo como de monstruos debajo de la cama. O en el armario. Anterior. Que se esconde en algún rincón de gravedad densa de mi memoria. Donde no escapa ni la luz. Dicen que hay un punto de no retorno cuando un avión acelera en la pista de despegue. Tras el cual sólo es posible volar. O. En ese punto siempre pienso que hay frases que son como las estelas de los aviones. A pesar de todo, en algún lugar, alguien, estará imaginándose hacia dónde irán.

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